El virus fue aislado por primera vez en 1947 en el bosque de Zika, en Uganda (África). En mayo de 2015, las autoridades de salud pública de Brasil confirmaron la transmisión de virus del Zika en el nordeste del país. Desde octubre de 2015 hasta la fecha, otros países y territorios de las Américas han reportando la presencia del virus.
El zika se transmite a las personas por la picadura de mosquitos del género Aedes infectados. Se trata del mismo mosquito que transmite el dengue y la chikungunya.
Los síntomas más comunes del zika son fiebre leve y exantema (erupción en la piel o sarpullido). Suele acompañarse de conjuntivitis, dolor muscular o en las articulaciones, con un malestar general que comienza entre 2 y 7 días después de la picadura de un mosquito infectado.
Una de cada cuatro personas infectadas desarrolla los síntomas de la enfermedad y en quienes los desarrollan, la enfermedad es usualmente leve y puede durar de entre 2 y 7 días. Los síntomas son similares a los del dengue o del chikungunya, que también son transmitidas por el mismo tipo de mosquito. Las complicaciones (neurológicas, autoinmunes) son poco frecuentes, pero se han descrito en los brotes de la Polinesia y más recientemente en Brasil. La diseminación del virus en el continente de las Américas permitirá caracterizar mejor esta enfermedad, al tener más experiencia sobre sus síntomas y complicaciones.
El tratamiento consiste en aliviar el dolor y la fiebre o cualquier otro síntoma que cause molestias al paciente. Para evitar la deshidratación producto de la fiebre, se recomienda controlarla, guardar reposo y tomar abundante agua. No hay una vacuna o medicamento específico contra este virus
Diagnóstico
En la mayoría de las personas, el diagnóstico se basa en los síntomas clínicos y las circunstancias epidemiológicas (brote de zika en el lugar donde vive, viajes a zonas donde circula el virus).
Hay pruebas de sangre que pueden contribuir a confirmar el diagnóstico. Algunas son útiles en los primeros 3 a 5 días desde el inicio de los síntomas (PCR-virológicas), y hay otras pruebas que detectan la presencia de anticuerpos pero que son útiles sólo después de 5 días (serológicas).
Una vez que se ha demostrado la presencia del virus en una zona o territorio, no es necesaria la confirmación en todos los pacientes, y el uso de los ensayos de laboratorio será ajustado a la vigilancia virológica rutinaria de la enfermedad.
La prevención consiste en reducir las poblaciones de mosquitos y evitar las picaduras, que suelen ocurrir principalmente durante el día. Con la eliminación y el control de los criaderos del mosquito Aedes Aegypti, disminuyen las posibilidades de que se transmita el zika, el chikungunya y el dengue. Se requiere de una respuesta integral que involucre a varias áreas de acción, desde la salud, hasta la educación y el medio ambiente.
Hay dos factores para una transmisión rápida que se ha documentado también en otros países: 1) Se trata de un nuevo virus para las Américas y toda la población es susceptible de adquirir el virus de Zika porque no ha sido expuesta previamente y 2) Porque el mosquito Aedes está ampliamente distribuido en el lugar por las condiciones de clima, temperatura y humedad de los países tropicales.
Información tomada de: Preguntas frecuentes sobre el virus/fiebre por Zika (actualización del 6 de enero de 2016) disponible en: http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=9183&Itemid=41463&lang=es